Seguir estudiando o no seguir estudiando, esa es la cuestión. Si alguna vez te has preguntado ¿por qué es importante seguir estudiando? ¿hasta qué grado vale la pena? o si de verdad es para ti, entonces continúa leyendo.
La vida del ser humano gira en torno al éxito. Todo el mundo sueña con ser exitoso, y el conocimiento es la fuente más amplia que existe de poder, pero el único camino seguro que te guiará a esta meta son los estudios.
Para muchos, estudiar es una meta primordial en la vida, pero para otros suena como una película de terror. Si bien una carrera universitaria no te asegura un futuro brillante, aumenta la posibilidad de que este exista, y por eso debes tener en cuenta que la decisión de seguir estudiando siempre será una buena opción.
Antes de finalizar la educación media-básica, la mayoría de los jóvenes ya saben qué carrera van a escoger, pero existe un porcentaje relativamente considerable de egresados que no tienen una noción real acerca del papel que juega un título universitario a la hora de conseguir una buena oferta laboral, y este es un gravísimo error.
Ventajas de seguir estudiando
La educación es un derecho, pero tomarla es una decisión personal. Mientras más alto sea tu nivel educativo, más amplia será la probabilidad de quedar seleccionado en cualquier vacante en la que te postules, pues ese es el perfil que normalmente exigen las empresas, profesionales capacitados que sepan qué es lo que están haciendo.
El conocimiento, las habilidades y las técnicas que puedas aprender te definirán para el resto de tu vida, así que la mejor inversión de tiempo que puedes hacer es nutrir tu mente y aumentar tu experiencia.
Si aún no entiendes en qué radica la importancia de estudiar, aquí te dejo algunos factores que te ayudarán a pensar en ello:
Tus oportunidades se duplicarán
La inserción laboral es mucho más fácil para los estudiantes universitarios, y si logras adquirir alguna especialización podrías decir que tienes tu futuro casi completamente asegurado.
Existe mucha oferta y poca demanda en los empleos que requieren este tipo de nivel profesional, así que si tienes la oportunidad de hacer un posgrado, una maestría o una licenciatura no lo dudes ni por un segundo, pues eso es exactamente lo que necesita la industria.
Podrás utilizar el conocimiento a tu favor
Existe la posibilidad de obtener un buen trabajo con tan solo saber desempeñar tareas prácticas, pero puedes mantener el mismo puesto por muchísimo más tiempo si tienes las armas necesarias para mejorar e innovar lo que sea que estés haciendo.
Aprender los aspectos teóricos de cualquier ámbito te enseñará a defenderte, y por consiguiente, serás más valioso.
Aumentarás tu expectativa salarial
Una buena capacitación puede elevar la cotización de tus habilidades, porque demuestra que estás en un escalón mucho más alto. Existen varios estudios que demuestran que, para ser un profesional realmente importante, debes marcar una diferencia notable entre lo que tú ofreces y lo que podría ofrecer cualquier otra persona.
La brecha salarial que existe entre los portadores de un título universitario y los bachilleres es abismal, y si supieras cuánto ganan los especialistas saldrías corriendo en este preciso momento a inscribirte en el primer centro educativo que encuentres.
Tendrás un círculo social más preparado
Los lazos que se forman en la universidad son más relevantes y duraderos que los que se hacen en la preparatoria, lo que a su vez significa que podrías poseer una importante red de contactos preparados y capacitados para que te enganchen en el futuro. Si, estudiar es importante, pero conocer a las personas indicadas podría ser una pieza fundamental al momento de desenvolverte en el mundo laboral.
Aprenderás a trabajar en equipo
Estar en un salón de clases y compartir con un grupo de alumnos te enseñará cosas que sólo puedes aprender en este contexto, como el valor de la colaboración y la importancia de la comunicación efectiva.
Pertenecer a un equipo y trabajar para que el mismo salga a flote te ayudará de sobremanera cuando formes parte de una comunidad, donde la participación de un individuo afecta el desempeño de los demás. Si eres amable y servicial, podrás llegar al puesto que quieras.
La edad no es un impedimento para estudiar
Hay límite de edad para votar, para asistir a eventos, para entrar a ciertos tipos de locales, pero no hay una restricción de edad para estudiar. A nadie le importa cuántos años tienes en la universidad, siempre y cuando tengas ganas de aprender y de seguir formando tu personalidad.
No hay una sola etapa de la vida en la cual no puedas estudiar, así que no te avergüences de tus canas y atrévete a perseguir tus sueños. Si compartir el mismo espacio con los jóvenes te genera algún tipo de ansiedad, pues estás en la era correcta. Gracias a la tecnología puedes cursar cualquier tipo de carrera en línea sin salir de casa, sin modificar tu horario y sin dejar de cumplir con tus tareas diarias.
Existen muchas formas de crecer como persona, pero la educación siempre será la base primordial de cualquier nación. Si acabas de salir del colegio y piensas que la universidad no es una opción para ti, lee un poco más, analiza tu situación y coméntalo con un adulto, para que entiendas que esta acción es completamente necesaria para ser parte del gremio del éxito en el futuro.
No obstante, si ya te graduaste y no sabes qué otra cosa hacer, ¡Sigue estudiando!, porque añadir habilidades, técnicas y nuevos conocimientos a tu vida nunca estará demás. Mientras exista algo en este mundo que no sepas hacer, siempre tendrás algo en qué invertir tu tiempo, tu dinero y tu esfuerzo.
Échale ganas, relájate y pon algo de música para concentrarte.
Y si no sabes qué escuchar, aquí hay 5 listas de Spotify para estudiar.
Te puede interesar: